Creceremos un 1,9% y la inflación será de un 4% en 2023.

La previsión de crecimiento de España se mantiene en el 2% para 2024. La inflación cederá en 2024.

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En el mundo de la economía española, hay noticias que pueden generar tanto optimismo como precaución. La Comisión Europea ha elevado su previsión de crecimiento del PIB de España para 2023 en cinco décimas, ubicándolo en un sólido 1,9 %. También ha recortado su estimación de inflación al cierre del ejercicio, que se espera que sea del 4 %, cuatro décimas menos de lo esperado anteriormente.

Según Bruselas, el comportamiento positivo de la economía española en este año se basará en la recuperación del consumo y el mantenimiento de la inversión. No obstante, se advierten «riesgos a la baja» para el crecimiento, especialmente en relación con las posibles subidas de los tipos de interés y su impacto en los hogares con hipotecas a tipo variable. Además, se mencionan las subidas salariales mayores de lo esperado como un factor que podría afectar la inflación.

En sus Previsiones Macroeconómicas de Primavera, la Comisión Europea también pronostica que la economía española crecerá un 2 % en 2024, y se espera que la inflación promedio sea del 2,7 % ese mismo año.

El informe destaca que el aumento del PIB en un 1,9 % este año se debe a un mayor «efecto arrastre» de 2022 y al comportamiento del consumo, que se espera que se recupere después de la «contracción» experimentada en los últimos trimestres. Esta recuperación se atribuye a la solidez del mercado laboral y a las ganancias de renta real para pensionistas y trabajadores con salario mínimo.

También hace referencia al despliegue de los fondos europeos de recuperación que espera que respalde los niveles de inversión, especialmente en construcción no residencial. Se prevé una recuperación completa del turismo internacional después de la pandemia, lo que mejorará la competitividad del sector exterior. Estos factores, combinados con la disminución de los precios de la energía, respaldarán el crecimiento económico de España.

Sin embargo, a pesar de estas perspectivas positivas, la Comisión Europea señala que la inflación subyacente seguirá siendo elevada. Aunque se espera que la inflación general se reduzca debido a la disminución del precio de la energía y a las medidas del Gobierno, como la reducción del IVA en algunos alimentos, se prevé que las presiones inflacionarias en otros bienes y servicios persistan. Además, se menciona el riesgo de un ajuste salarial más rápido y un incremento del salario mínimo que podrían alimentar una inflación subyacente aún más alta.

En resumen, las previsiones económicas de la Comisión Europea para España ofrecen un panorama mixto. Aunque se pronostica un crecimiento sólido del PIB, se advierte de riesgos y se destaca la persistencia de una inflación subyacente elevada. Como siempre, es crucial seguir atentos a estos factores para tomar decisiones informadas en el ámbito económico.