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miércoles, 4 octubre, 2023

¿EVAU o PAU?

El pasado Miércoles, a pocos días de que se celebren las temidas pruebas de acceso a la universidad de Junio de 2023, Pilar Alegría paralizó la aprobación del Real Decreto que iba a regular la nueva Evaluación de Acceso a la Universidad (EVAU) que tendrá lugar en Junio de 2024.

La última ley educativa, LOMLOE entró en vigor el pasado septiembre de 2022, en los cursos impares de todas las etapas educativas, entre ellos primero de bachillerato. La LOMLOE obliga a que el próximo curso vea la luz la nueva Prueba de Acceso a la Universidad. Pero sin el Real Decreto, nadie sabe a ciencia cierta cómo será. Los estudiantes y profesores se encuentran en la más absoluta incertidumbre sobre el método de evaluación, y las universidades desconocen qué y cómo deberán evaluar. Una situación verdaderamente insólita.

Habrá que esperar a que el próximo gobierno decida las características de la prueba.

Aunque fuentes ministeriales, aseguran que esta decisión se hace por «responsabilidad» ante el adelanto electoral del 23 de Julio, en realidad está creando un quebradero de cabeza a  estudiantes, familias y docentes del alumnado que el año que viene cursarán segundo de bachillerato.

El tiempo se echa encima y habrá que esperar a que el próximo gobierno decida las características de la prueba. Así que con total seguridad el curso académico 23-24 comenzará sin el Real Decreto aprobado. Los profesores empezarán a dar clase sin saber para qué tipo de prueba están preparando a sus alumnos.

El motivo por el que este Real Decreto no se ha aprobado todavía es la falta de acuerdo entre los implicados en el diseño de la nueva EVAU. La Universidad de Zaragoza es una de las universidades que habían solicitado una moratoria a la ministra Alegría para terminar de perfilar cuestiones con las que no estaban de acuerdo. 

Mientras tanto, el debate principal se centra en un aspecto en el que estudiantes, profesores y familias sí están de acuerdo: es necesario establecer un modelo de evaluación que garantice la igualdad entre las comunidades autónomas, basado en criterios, contenidos, fechas y nivel homogéneos.

Las incontables críticas que han recibido las sucesivas propuestas de la ministra Alegría y la falta de acuerdo han llevado a que la reforma propuesta por el Ministerio de Educación para la EVAU se haya ido posponiendo una y otra vez. Al final, la ministra deja este capítulo inconcluso, guardado en un oscuro cajón, creando una incertidumbre absoluta sobre cómo será la prueba que decidirá el destino de miles de jóvenes.

Mientras tanto, los verdaderos protagonistas de esta historia, los estudiantes que acaban de concluir su primer año de bachillerato, se enfrentarán al próximo curso sin conocer las reglas del juego, sin tener idea de lo que les espera y sin disponer del tiempo necesario para preparar sus exámenes de forma adecuada.

Natalia González Roldón
Directora pedagógica de bachillerato.

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