El físico zaragozano Héctor Gómez Maluenda, formado en la Universidad de Zaragoza, donde sigue como colaborador externo, ha participado (junto a su equipo científico en Francia) en el que ya es considerado uno de los “hallazgos del siglo”: el descubrimiento de un corredor oculto en la pirámide de Keops que podría dar con la tumba del faraón.
Gómez Maluenda forma parte desde el 2017 del equipo científico de la Comisión francesa de la Energía Atómica y las Energías Alternativas (CEA), que participa en el proyecto ScanPyramids, que tiene como objetivo el estudio del interior de grandes monumentos egipcios, como las pirámides, utilizando técnicas innovadoras no invasivas y no destructivas, como la muografía.
El pasado 2 de marzo, la colaboración ScanPyramids publicó en Nature Communications sus últimos resultados en los que anunciaban el descubrimiento de una nueva cámara en la cara norte de la gran pirámide de Keops, detrás del comúnmente llamado Chevron. Con unas dimensiones de 9 metros de largo y una sección de 2 x 2 m2, esta cavidad permanecía desconocida desde la construcción de dicha pirámide, hace unos 4.500 años. La identificación de esta cámara ha sido posible mediante la comparación de medidas experimentales, que se tomaron instalando telescopios de muones en el interior de la pirámide, con imágenes equivalentes generadas por simulación numérica.
A pesar de que lleva más de 11 años en Francia, el investigador zaragozano no ha perdido el contacto con la Universidad de Zaragoza. Actualmente es miembro externo del Centro de Astropartículas y Física de Altas Energías (CAPA-Unizar), donde inició su carrera como investigador, y colabora en el Máster en Física del Universo así como en la cotutela de trabajos de Fin de Grado de Física en la Facultad de Ciencias.
Licenciado en Física por la Universidad de Zaragoza, Héctor Gómez Maulenda realizó su tesis en el Grupo de Física Nuclear y Astropartículas (GIFNA) de la Universidad de Zaragoza. Relacionada con la física de neutrinos, desarrolló parte de la misma en el Laboratorio Subterráneo de Canfranc (LSC). Tras su doctorado en 2009, en 2011 Gómez Maluenda se trasladó a Francia para seguir trabajando en física de neutrinos en distintas colaboraciones internacionales. La experiencia adquirida a lo largo de todos esos años en física de partículas y en instrumentación de detectores le llevó a unirse al equipo de la Comisión francesa de la Energía Atómica y las Energías Alternativas (CEA).
Satisfacción en el Centro de Astropartículas y Física de Altas Energías (CAPA-Unizar)
Manuel Asorey, catedrático de Física y director del Centro de Astropartículas y Física de Altas Energías (CAPA-Unizar), destaca que “en nuestro centro de investigación nos sentimos muy orgullosos de contar con la colaboración de Héctor Gómez Maluenda, así como de su reciente descubrimiento de las nuevas cavidades de la pirámide de Kéops”. “Sentimos una gran satisfacción” –subraya Asorey- “porque además el descubrimiento se ha realizado usando técnicas de astropartículas, que son el ”leiv motiv” de la existencia de nuestro centro de investigación. En particular, mediante el uso de muones, que son partículas que nos atraviesan constantemente provenientes de rayos cósmicos que impactan en la alta atmosfera. Después de muchos años de esfuerzo, los físicos han conseguido generarlos artificialmente y manipularlos en el laboratorio. El mérito del equipo de Héctor” –añade el director del CAPA Unizar- “ha sido aplicarlos para escanear el interior de las pirámides de Egipto. Los muones son mucho más penetrantes que los rayos X y permiten analizar con más eficacia cuerpos tan extensos como las pirámides egipcias. El trabajo realizado permite aventurar que nos encontramos solo al comienzo de una nueva era en la arqueología que va mucho más lejos que el uso del Carbono 14″.
Escaneo de la estructura interna de grandes objetos
La muografía destaca en los últimos años como una de las técnicas no invasivas y no destructivas más interesantes para el escaneo de la estructura interna de grandes objetos. Esta técnica se basa en la medida de la absorción de los muones atmosféricos al atravesar el objeto estudiado o en la detección de los cambios de dirección de dichos muones. Aunque se propuso hace varias décadas, poco después del descubrimiento de los muones atmosféricos, ha sido en los últimos años cuando la muografía se ha empezado a aplicar de manera más significativa en distintas aplicaciones. Esto ha sido gracias a la mejora de los detectores de partículas utilizados para el estudio y detección de los muones, especialmente en términos de estabilidad, robustez y precisión.
Desde 2014, un equipo de la Comisión francesa de la Energía Atómica y las Energías Alternativas (CEA), desarrolla sistemas de detección de muones para realizar imágenes por muografía (comúnmente conocidos como telescopios de muones). Los instrumentos desarrollados se basan en la operación de detectores Micromegas, un tipo de detector de radiación gaseoso que ha sido utilizado en múltiples experimentos de Física Nuclear y de Partículas desde su invención, a mediados de los 90, en el propio CEA.